Hay pisos y pisos, y este es uno de los que pertenecen a la categoría especial. Situado en una zona exclusiva de Madrid, en la calle Velázquez, posee ese aire señorial que es difícil de plagiar. Sin olvidar, sus 500 metros cuadrados. Recién reformado, sus propietarios querían adaptar las muchas piezas y muebles que han ido recopilando de sus anteriores viviendas en distintas partes del mundo e incorporar otras que facilitasen el día a día. El estudio Luzio Design & Projects fue el encargado de esta tarea, algo del todo lógico, ya que se habían encargado de la decoración del resto de las residencias de los propietarios. Para encajar la caja clásica con piezas de diferentes ciudades, culturas y estilos, decidieron adoptar una decoración ecléctica, sin perder la esencia señorial.

La vivienda muestra la habitual y señorial estructura de los pisos de esta zona con suelo de madera maciza de roble, techos altos con molduras, estancias muy amplias, columnas y cornisas, pomos de latón… Una suma de elementos que desprenden “un aire clásico muy parisino”, añade María José Gómez, cofundadora de Luzio. Con esta carta de presentación, desde el estudio se encargaron, primero, de pintar con un blanco roto que aprovecha la cantidad de luz natural y realza, y de decorar, después. ¡Este es el resultado!

El recibidor es el núcleo del que parten diferentes estancias, algunas de ellas abiertas, lo que facilita la circulación libre de la luz. La combinación de materiales, como el mármol de la mesa de centro, el textil de la alfombra turca, la madera tropical de las esculturas o el cuero del banco en este espacio de bienvenida, da idea de la mezcla estética que se va a encontrar en el resto de la vivienda.

Relacionado: 15 ideas para hacer de tu recibidor una entrada triunfal

La puerta de doble hoja que se abre a la derecha del recibidor da al espacioso y espectacular salón, distribuido en dos ambientes y con vistas a la calle Velázquez. Todos los muebles son nuevos, destacando entre ellos el sofá ‘Chester’ y la banqueta de capitoné, ambos de piel envejecida. En contraste, se ha optado por una mesa de centro y dos butacas en color blanco, que imprimen carácter y un toque de luz. Junto a ellos, destaca la librería de madera oscura procedente de Indonesia que parece querer enmarcar solemnemente este primer ambiente.

La zona de estar del salón, claramente diferenciada, cuenta, además, con otra línea estética. Con un sofá esquinero hecho a medida y varias mesas auxiliares redondas junto a dos sillones, la paleta cromática apuesta más por la integración de los distintos elementos que por el contraste. En este ambiente destaca también el papel del arte con los cuadros que visten sus paredes y los distintos objetos situados estratégicamente.

Al más puro estilo de los locales clandestinos americanos de los años 20, esta zona de bar es una zona de encuentro y de reunión, agradable y con ‘charme’. Diseñada junto a la puerta y delimitada visualmente con una alfombra, para su decoración se ha jugado con el negro y el dorado, emulando esa ‘deco’ sofisticada y brillante, perfecta para un rincón de relax.

Relacionado: El mueble bar ‘toma’ el salón reclamando su lado práctico y su carácter social

Desde el salón y cruzando el pasillo se accede al comedor. Situado en una estancia independiente con luz natural y enmarcado en la entrada con dos columnas de tintes afrancesados. La vista se va irremediablemente hacia la espectacular lámpara de techo sobre una mesa de roble con base de hierro negro, una mezcla muy ecléctica, cuya línea es seguida por las ocho sillas de terciopelo con tachuelas en níquel.

Cómoda, amplia y estilosa, esta cocina es ideal para la vida familiar. Su amplio tamaño permite diferenciar distintas zonas dentro de la misma (despensa, área de cocción, isla con comedor...), donde preparar los platos mientras disfrutan de agradables momentos: “Es un lugar importante para ellos en este sentido”, comentan desde Luzio Design & Projects. Otro de los aspectos que no te dejan indiferente es el llamativo pavimento de cerámica hidráulica que se combina con el Corian blanco de la encimera y con el gris antracita del mobiliario italiano, un conjunto que ya estaba en la vivienda y que los propietarios han adaptado a su estilo.

Relacionado: Cómo montar un ‘office’ y desahogar el comedor de lunes a domingo, festivos incluidos

De frente al recibidor se abre uno de los pasillos cuya perspectiva (fotográfica) muestra las líneas puras y ordenadas de las construcciones clásicas y exclusivas de esta zona de Madrid con el juego de arcadas, columnas y cornisas. El contraste entre el color blanco de estos elementos y el suelo de madera realza aún más el conjunto.

Relacionado: 15 ideas para decorar y sacar partido a un pasillo largo

Situado a mano izquierda del recibidor y presidido por un escritorio colonial de teca procedente de la India y un escultural tótem de una tribu de Papua Nueva Guinea. Además de los muebles y complementos, es preciso destacar el foseado circular en el techo para dar más altura y realzar la delicada ‘chandelier’ de cristal tallado, un detalle que consigue visualmente suavizar el peso ornamental de las otras piezas.

Relacionado: 10 errores que no debes cometer al montar la oficina en casa

Con vistas a la calle Velázquez, el dormitorio principal con vestidor y baño en suite es un auténtico refugio. El mobiliario con cierto aire americano, apuesta por una estética colonial con camas de grandes dimensiones, con el cabecero y las mesitas de noche a juego. Por expreso deseo de la propietaria, dispone de un tocador con una amplia mesa, en consonancia con el resto. El suelo de madera de roble, dispuesto en espiga, aporta la calidez que precisa este espacio donde, por otro lado, predominan los tonos grises.

El dormitorio principal es tipo suite e integra un baño completo, cómodo, amplio y lleno de luz. Aunque la bañera exenta es la protagonista del espacio, lo cierto es que las paredes suman valor ‘deco’, al estar revestidas con un papel vinílico gris, a juego con el marco del espejo XL hecho a medida. Con un solo lavamanos, se ha habilitado una zona de tocador, muy práctica en el día a día.

La pareja tiene tres hijos, un chico y dos chicas que comparten habitación. El cuarto del niño, al igual que el dormitorio de matrimonio, tiene el mismo mobiliario grande y robusto a juego con las mesitas de noche, procedente de su anterior vivienda. Para dulcificar el ambiente, se ha recurrido a accesorios propiamente infantiles, como la divertida alfombra de león o el rinoceronte de fieltro de la pared. La silla danesa en color rojo del escritorio pone la nota de color. La habitación cuenta también con un armario empotrado con puertas forradas de cañizo, lo que aporta un plus de calidez.

Relacionado: Esto es lo que necesita la habitación de tu hijo para que su decoración sea 'de revista'

Mientras que la habitación infantil del niño se asemeja al cuarto de los adultos, la de las niñas es algo especial, ya que se trata de dos estancias comunicadas a través de un vano abierto. Una de ellas alberga la cama grande y es para la hija mayor, mientras que la otra, la de la pequeña, cuenta con una litera, una opción que permite disponer de una cama extra. Para resaltar los accesorios decorativos en tonos pastel, el mobiliario es blanco y ambas comparten un armario, cuyas puertas están forradas con un bonito papel pintado.

Más noticias sobre Decoracion de interiores

Estas son las tendencias en decoración navideña que triunfan este año

Muebles que son todo un éxito en la decoración de pisos pequeños

Una buhardilla 'trendy' en Madrid: descubre sus claves 'deco' de la mano de los creadores

Entramos en la nueva casa de Ana Peleteiro: de estilo moderno y con mucha luz